“MURIÓ COMO UN PERRO”: DIJO UNA AMIGA…
La mujer caminaba por la acera cuando se percató del indigente que, sobre unos cartones, parecía dormir a pesar que el sol le daba en plena cara y las moscas lo acosaban.
Pensó seguir de largo y, simplemente no mirar lo que quedaba de Alejandro el indigente, el que una vez fue humano, hijo, padre, hermano, amigo.
Pero la mujer no pudo evitar no mirar y hasta pensó darle un dólar para el “pebre” y fue entonces que notó que parecía no respirar…
—Parece muerto —se dijo a sí misma.
Intentó llamar a otros indigentes que se encontraban en la otra acera disfrutando de una botella de seco y entonces vio horrorizada que varias moscas negras y pestilentes salían de la boca del hombre tirado en la acera.
Tomó el teléfono y llamó a la policía, luego se retiró pensando que la vida es tan incierta que nunca sabes como va a terminar: si en compañía de la familia o en la soledad de la indiferencia.
—Si hubiera sido un perro que agonizaba habrían aparecido Telemetro, TVN, los defensores de los animales y hasta el juez de paz…—pensó la mujer.
Según los colegas de Alejandro, este estaba enfermo desde hacia meses y casi no podía comer. Dos días antes se quejaba de fuertes dolores de estómago y, cuando ya no soportaban sus quejidos, lo arrastraron del hueco en el que dormía y lo llevaron a urgencias del Santo Tomás, que quedaba enfrente.
Allí, desde la distancia de los que sienten aversión por los que viven en la calle le negaron la admisión; porque no tenía seguro, porque no tenía familia, porque estaba sucio y olía mal…
Fue entonces que decidieron mudar a Alejandro frente al hospital, sobre unos cartones, con la esperanza que alguien se apiadara de tanto verlo tirado y lo atendieran, algo que nunca ocurrió.
Las críticas lloverán sobre la administración del hospital, sobre las políticas de atención de salud, sobre las ONGS que velan por los desheredados callejeros, sobre las instituciones que atienden a esta creciente población, pero, no olvidemos que en ese mismo lugar ya una vez le negaron la atención a otro panameño: se llamaba Belisario Porras.
https://www.facebook.com/groups/crimenpanama/permalink/1933797886771601/
